martes, 25 de septiembre de 2012

a solas con la muerte



Aquella noche miró hacia el pasado para encontrarse con su otro yo, aquella muchacha asustadiza y tímida que no era capaz de decir una palabra más alta que la otra.
Se miró al espejo intentando analizar sus gestos, buscando qué era aquello que la había hecho cambiar tanto como para convertirse en lo que ahora era. ¿Adónde habían ido a parar aquellos sentimientos de culpabilidad de las primeras veces? ¿Qué había sido de su arrepentimiento, dónde estaban sus comeduras de cabeza, aquel dolor intenso que había sentido su pecho, esa lucha de sus ojos intentando evitar llorar?
Ya no quedaba nada de aquello.
Ella se había convertido en una implacable máquina de muerte.
Ya no había compasión en sus ojos a la hora de matar.
Ya acabó la venganza, porque ahora no se sentía pequeña e indefensa, porque ahora ya tenía el control que había estado ansiando durante toda su vida.
Y, mirándose ante el espejo, sintió ganas de llorar, no por sus actos, si no al ver en lo que se había convertido, ya que había pasado de ser una dulce personilla, sincera, silenciosa, sufriente y simple, a aquello.
¿De qué le había servido? Si realmente era gratificante la venganza o si sólo era una idea que había creado en su mente para convencerse de que llevaba la razón era algo que ya no se sentía capaz de evaluar.
Y ahora estaba a solas. A solas con la muerte. Meditando sobre el sentido de todo lo que había hecho. Pensando en cómo habría sido la vida de aquellas personas si ella no se la hubiera arrebatado. Acordándose de las familias de todas sus víctimas. Era extraño que se hubiera puesto a pensar en ello.
¿Qué estaba fallando en ella? ¿Por qué se creía malvada? ¿Por qué sentía compasión? Toda su vida había consistido en una cruzada de venganza hacia el pasado, hacia los malos tratos que sufrió, que la convirtieron en un ser alienado, inútil, que se dejaba llevar. Y había disfrutado tanto siendo ella quien llevaba las riendas...

Pero ahora el camino llegaba a su fin. Ya no sentía deseos de volver a matar. La cuenta había sido saldada. La venganza había llegado a su término y se dio cuenta de que su falsa personalidad, la de aquella imparable asesina, era tan sólo una mala fachada que ella misma había creado. Y la fachada había cedido ante la realidad.

Ya no había vuelta atrás. No podía permitirse el hecho de volver a ser como antes. No volvería a llorar, ni a quejarse, ni a sufrir por ella ni por nadie. Jamás podría aceptar a su verdadero yo. No sabría como convivir con él.

Sin más escapatoria abrió el bolso, sacó su pistola, se miró al espejo y, apoyando el arma sobre su sien, disparó con una sonrisa en los labios. Había ganado la batalla.

Debajo de la cama



La imagen que más le había impresionado en toda su vida pertenecía a una película de la cual no recordaba ni el titulo. Había una niña tumbada sobre su cama. Poco más allá, a su izquierda, había un espejo, y ella podía verse dormir. La luna reflejaba su imagen, y cada noche, por aquello del miedo que atenaza a los niños, la cría se miraba en el espejo y aprovechaba para ver si debajo de su cama había algo de lo que debiera tener conocimiento. Tras ver que no había nada se quedó tranquila. Unas escenas más adelante volvió a hacer lo mismo y luego cerró los ojos. Su mano cayó hacia el suelo. En un momento dado notó una humedad viscosa en su mano lacia y abrió los ojos sin atrever a moverse un ápice. Giró la cabeza hacia la izquierda y miró el espejo. Bajo su cama había un hombre con ojos de sádico, que lamía su mano con la boca sangrienta en un rictus perverso.
Aquella escena era la que más terror le producía, pero ella no tenía un espejo al lado de la cama para mirar si estaba sola en la habitación, y por más que había pedido a sus padres que le pusieran un espejo estos siempre le habían dicho lo mismo: no hay sitio. A un lado tenía el balcón y al otro un armario y la puerta. No cabía esa posibilidad, y ponerlo enfrente no tenía sentido.
De modo que Leticia miraba debajo de su cama nada más entrar en la habitación, con las luces abiertas y la puerta del cuarto abierta, por si tenía que gritar y ser escuchada por sus padres. Una vez comprobaba que no habia nada, cerraba la puerta para asegurarse de que nadie podía entrar, y tras leer algunas páginas de un libro de la colección del Barco de Vapor, se dormía con la luz de la lamparilla encendida. Más tarde, como cada noche, entraría alguno de sus padres para darle un beso en la frente y cerrar la luz. También cerraban la puerta por expreso deseo de ella. Si antes no habían entrado, después tampoco lo harían.
Una noche entró e hizo su rutina habitual. Cuando terminó abrió el libro que estaba leyendo, sus ojos consumieron ávidamente unas páginas y cayó rendida. Su madre entró veinte minutos después, besó su frente, cerró la luz y se marchó, dejando cerrada la puerta.
Leticia no pudo ver como media hora más tarde el pomo de su puerta giraba lentamente. La puerta no chirribaba, de modo que tampoco se enteró cuando ésta se abrió lentamente y “algo” que no tenía forma ni color se deslizó por el suelo sin hacer ningún ruido. Ella permanecía inerte sumida en sueños cuando la sábana que la cubría comenzó a deslizarse hacia sus pies. Un pequeño cosquilleo producido por el movimiento de las sábanas hizo que moviera las piernas incómodamente, casi en un arranque nervioso, pero no llegó a despertarla. Cuando las sábanas terminaron en el suelo Leticia comenzó a tener una pesadilla. Sus ojos, ocultos tras los párpados cerrados, se movían rítmica y velozmente. Mientras tanto un ser invisible a la vista humana, deslizaba parte de sí por las piernas desnudas de Leticia, provocando que toda su piel se estremeciera y el bello de todo su cuerpo se erizara. Un frio glacial recorrió sus pies, sus piernas, su cintura, su pecho y sus brazos y terminó llegando hasta su rostro como un suspiro mortal. Leticia sintió que el corazón se le congelaba y abrió los ojos en un rictus de horror. Respiró hondo y comenzó a hiperventilarse mientras sus manos se agarraban fuerte a la sábana de fondo. Cuando logró aminorar la velocidad de su respiración y su corazón volvió a su número de palpitaciones habitual, Leticia parpadeó un par de veces más y se centró. Algo fallaba. No era solo la pesadilla que le había despertado, había algo más. Era un presentimiento. En un moviento tan rápido como el miedo le permitió, encendió la luz de la habitación.
Sentada aún en la cama se miró las propias piernas y encontró la respuesta a su pregunta. La sábana que cubría su cuerpo ahora no estaba. Miró a un lado y otro de la cama sin apenas mover más músculo de su cuerpo que el del cuello, y no encontró la pieza que faltaba. De un bote se puso de rodillas y se acercó hasta los pies de la cama. Allí abajo, de forma circular, estaba toda la sábana que debía haber estado cubriendo su cuerpo. Comenzó a sentir otra vez el miedo que la había hecho hiperventilarse y su respiración volvió a agitarse. De haber sido asmática ya habría sufrido un ataque. Era una suerte ser una niña sana. Si hubiera tenido setenta años probablemente aquella noche habría muerto de un ataque al corazón.
Alargó el brazo para recuperar su sábana y se la echó por encima. Todavía luchaba por recuperar también la serenidad. Tenía tanto miedo que apenas le salió un susurro de la boca cuando creyó estar gritando “mamá”. Su carne de gallina y su bello erizado no la tranquilizaba en absoluto. Tras gemir comenzó a llorar. Si las palabras no salían de su boca, tendría que ir hasta la habitación de sus padres para dejarse consolar... y aquello también le provocaba pavor. La habitación estaba dos cuartos más allá, al fondo del pasillo. Pero si quería que hubiera alguien con ella hasta que consiguiera volver a dormirse, tendría que salir de su propia habitación. Con todo el valor que una niña de doce años podría tener, Leticia localizó primero las zapatillas para ponérselas lo más rápido posible y salir corriendo de allí. Pensó que si corría llegaría antes a la habitación de sus padres y podría meterse entre ambos para recuperar la tranquilidad y el sueño. Sólo sus padres tenían esa capacidad de devolverle la paz. Ella era muy joven, no podía hacerlo todo sola. Necesitaba dos adultos a los que amaba y en los que confiaba.
Decidida, tras localizar sus zapatillas, se abrazó a la sábana, se calzó y corrió hacia la puerta de su habitación. Fue entonces, cuando al alargar el brazo para abrir el pomo, se dio cuenta de que la puerta estaba abierta. El miedo la paralizó de nuevo y sus ojos bailotearon de terror. No se atrevía a girarse y en el umbral permaneció el tiempo que a ella le pareció una eternidad. Sus pies no se atrevían a dar un paso más. Comenzó a hiperventilarse de nuevo y sintió marearse, y en un arranque último de valor extendió el brazo y abrió la luz del pasillo. ¿Iba a morir de miedo? Aquella duda consiguió que echara a correr hasta la habitación de sus padres pero fue tan rápida y torpe que se estampó contra la puerta semiabierta.
Cayó al suelo y se dañó un tobillo, pero provocó el suficiente ruido como para que su padre se despertara y abriera la luz.
- ¿Leticia?
La niña alzó su rostro poco a poco. Primero vio las baldosas del suelo, luego llegó hasta las zapatillas de su padre, y entonces miró debajo de la cama de matrimonio.
Antes de que la habitación comenzara a darle vueltas y cayera al suelo había podido ver que debajo de la cama de sus padres estaba su madre sobre un charco de sangre y un ser etéreo, como el cristal, al cual sólo se podía con los ojos de la infancia, lamía la barbilla sangrienta de su madre. 

Amor de Madre



Claudia una mujer de 38 años despues de muchos intentos de insiminacion, tuvo su primer hijo, era un hermoso niño, ojos azules, cabello rubio.. era la adoracion de Claudia; cada vez que veia algo, le compraba a su pequeño.

Un día mientras descansaba placidamente, cosa que no hacia desde hace rato, ya que su pequeño lloraba a cada instante; cuando despertó se sintio rara algo le faltaba; fue a ver a su niño y en la cuna encontro a un cadaver; el niño habia fallecido durmiendo. Claudia desespero y lloro sin control, abrazo a su pequeño sobre su pecho...

el cadaver del infante estuvo en su cuna por varios dias, Claudia habia enloquecido. Todo los dias le daba de comer, lo bañaba y lo vestia..

Incluso en las noches escuchaba el llanto de su bebe, la sonrisa, y los pequeños pasitos que ya solia dar. Cada noche lo escuchaba.

Un día bajando la escalera, vio a un niño gatear por la sala, en su desesperacion, corrio y cayo.. consciente aun, volvio a ver al bebe gateando y riendo, aunque su rosto estaba en descomposicion..

Ella se arrastro hasta donde estaba, lo sostuvo en sus brazos, y le dijo "Hijito mio, perdoname, no queria que pasara esto con tu alma, te amo y siempre lo hare", al dia siguiente Claudia fue a enterrar a su hijo que con tanto esfuerzo logro engendrar.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Dejalos ir


la vida le es muy cruel a Mariano, hace unos años  perdio a su padre en un terrible accidente, ahora la muerte abrazo a su novia..

A cargo de su madre, Mariano tiene que trabajar para poder sostenerla, pero con la muerte reciente de Amanda su novia no podia, solo queria tenerla a su lado, tanto la amaba. La situacion se le ha complicado por que habia faltado muchos dias al trabajo y por eso lo habian despedido. Con lagrimas en los ojos llama al primer anuncio del periodico que dice "SE NECESITA", sin leer nada mas. Se reune con el representante y queda contratado, le da la direccion del trabajo y Mariano acude.

Mientras busca la direccion, va pensando en lo que podria ser su vida si estuvieran vivos. Pronto llega al lugar señalado, se queda atónito al ver que esa direccion lo llevaba al cementerio de la ciudad en donde yacia su amada. "seguramente la dirección es errada" pensó, llamo pronto al representante y le confirmo que ahi era el lugar de trabajo.

En vista que su madre come todos los días, y el tambien, necesitaba el empleo asi que entro al lugar.

Ahi se encontro con José, otro sepulturero, y pronto comenzo a trabajar. Tenia que hacer de sepulturero, barrendero, y guardia algunas noches.. Mientras hacia su ronda, vio la tumba de su novia recien enterrada, se acerco y se le rodaron unas lagrimas, TE EXTRAÑO, QUIERO QUE ESTES CONMIGO AMOR MIO, TE NECESITO, de pronto sintio que le habian tocado el hombro y volteo a ver. El lugar estaba vacio..! todas las noches era la misma rutina, siempre culpando a la vida por quitarle al ser amado, y siempre le decia que queria que estuvieran juntos...

Como de constumbre volvio de visita a la tumba de Amanda, en esta ocacion, alguien estaba junto a ella, inclinada llorando.. Se acercó y de la impresion no pronuncio palabra. Seria que su mente le jugaria una broma, estaba viendo a su novia junto a su tumba...

Amanda... en realidad eres tu??? ella le miro, y le dijo "Te extraño, te necesito.. quiero que estemos juntos... pronto amor mio...!!!.. Amada se marcho repitiendo esas palabras....

Mariano se quedo pasmado, escuchando, sin poder mover un solo dedo..¿Que paso??? sera que enterramos a otra mujer... se abran equivocado.. si era Amanda...?? Amor mio...

en la mañana en su casa, le cuenta a su mamá lo que vio en el cementerio le dijo que no era Amanda la que estaba enterrada... Hijo mio, porque lo dices? ¿acaso no viste su cuerpo en el ataud??.."Si lo vi, pero, tambien se lo que vi en ese lugar".. Hijo mio, tu padre, nos dejo, ahora tu novia, futura esposa si estuviera con vida, te he visto en estos dias, y la tristeza esta en todo tu ser, pero ellos no querian que estuvieras asi, querrian que siguieras..

en la noche a Mariano le toco hacer guardia, sentado en un banco vio un reflejo por el rabillo del ojo, miró y algo lo tiro al piso... se escucharon pasos y el jalar de cadenas por el lugar... llanto. Mariano estaba espantado, que pasaba..Solo queria salir de ahi, buscaba la salida, pero no aparecia, de pronto llego a la tumba de Amanda, la vio de pie, "volviste, quiero que estes conmigo, veeennnn!!!, ya no era hermosa, su cuerpo estaba en descomposicion. Mariano se alejo, se escucho un estruendo, sentia que su corazon se detenia, el aire le faltaba, sus ojos veian las tumbas, veia como lloraban los espiritus por sus cuerpos.. Le insultaban, le decian que ya era su hora...

Al fin Mariano pudo salir del lugar, se subio a su auto y arranco, tembloroso, aceleró... a unos 15 minutos de lo sucedido se estaciono. Ya relajado, se dijo que eso no era verdad, que era su mente, de pronto escucho una voz que venia del otro asiento, era Amanda, "ya es hora Amor, tanto me pediste que viniera que estoy aqui, para llevarte a donde estoy" de pronto Amanda se prendio en llamas y el auto de Mariano quedo carbonizado.

martes, 18 de septiembre de 2012

vestido de Sangre



Antonio, iba todos los fines de semana al mismo bar con sus amigos Mateo y Lucas, cada vez que iban gozaban de unos copas y de bellas mujeres. Los tres eran conocido como Los Don Juan.

Antonio que te parece esa mujer tiene tremendas pechonalidad?, cual? la de la mini falda.. si esta guapa vamos a conversar con ella, y ver que pasa despues.

Los tres se le acercaron y le hicieron conversa.. Andrea se llama la despanpanante mujer, cabello rubio, ojos azules, piel palida, alta como de 1,80. despues de tres horas de conversa y coqueteo ella los invito a su casa para continuar la velada.

Vivia en una zona muy despejada, su casa se veia comoda asi que los invito a pasar. Ponganse comodos, enseguida bajo. Lucas comenzo a observar el lugar y un retrato le llamo la atención, era un hombre barbudo que parecia que te viera. Mas alla, un libro negro. Mateo tomo asiento en un sofa un poco viejo para su gusto, justo cuando se relaja un gato negro pasa sobre sus piernas y grito del susto. Al mismo tiempo que grita se escucha un grito en la planta alta, asi que Antonio pregunta a gritos si todo estaba bien. Nadie responde.

Andrea, estas bien???  Andrea...... ???
Sube a ver que pasa ya que teme que este herida. Mientras camina se escucha como rechina el piso y latir su corazon. se encuentra con una puerta semiabierta y ve una habitacion escalofriante. Mientras retrocede escucha los gritos de sus amigos asi que baja corriendo y solo encuentra un charco de sangre.

Busca por todos lados y no los encuentra, esta totalmente solo. Cuando intenta salir e ir a pedir ayuda ve la figura de Andrea en la puerta, no era tan hermosa como la habia conocido, tenia el rostro malefico, los labios manchados con sangre, por sus piernas corria sangre como si la hubiesen ultrajado. Su mirada solo reflejaba odio.

Que tienes? quien te hizo eso?... Andrea le responde: tenia un futuro, un hermoso futuro, por que.. porque fueron asi conmigo, yo que tanto los apreciaba..? me destruyeron, mirame lo que hicieron.... de pronto su rostro cambio, su piel se caia en padazos, su belleza se fue.. un grito inundo todo el hogar, y las paredes se fueron callendo, salio corriendo para su asombro, entraron en una casa abandonada, Subio al auto llorando por lo que pudo haber ocurrido a sus amigos, miro al espejo y estaban ahi, con el rostro cortado y le dijeron, pagamos la deuda de nuestros padres, si no la hubieran lastimado..... volteo y habian desaparecido.

Cuando intento arrancar de nuevo Andrea estaba en su ventana de un golpe saco de orbita los ojos de Antonio.

Ese día fallecieron tres almas inocentes, que tuvieron que pagar los males de sus padres. Andrea amiga de los tres padres, de jovenes la llevaron a aquella casa, la violaron y la dejaron sepultada, bañada en sangre, estuvo esperando que desenterraran su cuerpo pero nunca llego, asi que su espiritu decidio venganza en vista de que nunca se arrepintieron.

Mientras Caminaba



Hector, un hombre de 38 años, estaba un día sin nada que hacer, llama a sus amigos para organizar una salida, asi que se ponen de acuerdo en  reunirse en el  bar del barrio, Claudia su esposa le dice que se cuide, ya que sus amigos con unos tragos de más son muy problematicos.
Hector llega al bar a eso de las ocho y media, en vista de que sus amigos tardaban comenzó a pedir unas cervezas; el primero en llegar fui Miguel, amigo desde la escuela, empezaron a conversar sobre el dia de cada uno. Poco a poco fueron llegando los demás del grupo de amigos.
Eran alrededor de las 11:30 am cuando se desocupo la mesa de billar, asi que quisieron jugar apostando una jaba de cerveza. Asi sucesivamente paso la noche entre amigos.
A las 2:00 am, ya se estaban despidiendo; Miguel acompaño a Hector ya que le quedaba de camino a casa; en la via se encontraba una anciana que los quedo mirando con ojos de reproche, no le hicieron caso asi que continuaron el camino.
Habian dado unos 10 pasos cuando a lo lejos se divisaron a la misma anciana, enseguida ambos voltearon para cerciorarse de que no sea igual, pero dicha señora ya no estaba, asi que les causo impresión, pero como iban un poco ebrios pensaron que era su imaginación asi que lo dejaron pasar.
Volvieron a caminar otros pasos y se encontraron a la misma anciana pero en esta ocasión solo se quedo mirándolos fijamente, Miguel que era mas atrevido, le pregunto a la anciana que hacia tan tarde sola por ese camino, ella le respondió “aquí esperando a ver que pasa”, ¿Qué pasa de qué? Dijo Miguel, solo espero, sigan su camino espero lleguen bien.
Vamonos Miguel, ya es tarde, mi familia espera.
Mientras seguían Miguel se quedo con la duda ¿Qué espera esa señora?,.. Pronto llegaron a casa de Hector, y Miguel se despidió. Hector subió a la habitación y miro hacia la ventana para ver a su amigo irse.
Miguel mientras caminaba volvió a ver a la anciana y le dijo ¿Qué estas esperando mujer? Vete no me estes siguiendo sino veras de lo que soy capaz. Mientras seguía tenia el presentimiento de que algo lo seguía,  en medio de la calle estaba la misma anciana pero no lo veía, estaba mirando al piso, Miguel pensó que no se encontraba  bien asi que fue a ver que pasaba, cuando puso la mano en su hombro, esa anciana le tomo del brazo y apretó muy fuerte, poco a poco levanta la mirada, ahora tiene ojos totalmente negros y le sonríe malisiosamente, fue tanta la impresión de Miguel que la tiro al piso para poder salir de ahí, pero cuando volteo un autobús paso y lo choco.